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Blog Vive Sano

Método Para Lavar Mascarillas | Esteriliza y Descontamina

2020-04-18

Aunque no se deberían reutilizar demasiado, sí son un elemento útil de protección para ser usado especialmente cuando se visitan espacios concurridos y cerrados

Correcto uso y lavado de mascarillas

Aunque el uso de mascarillas, estaba reservado para aquellas personas que presentan síntomas (tos, fiebre o disnea) o tengan infección confirmada por coronavirus y para los profesionales de la salud, provisionalmente, y en base a las recomendaciones oficiales del Ministerio de Salud, se ha contemplado la posibilidad de un uso más generalizado de mascarillas por parte de la población.

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Aunque no se deberían reutilizar demasiado, sí son un elemento útil de protección para ser usado especialmente cuando se visitan espacios concurridos y cerrados, como supermercados, o cuando se utilice el transporte público, acudir a un centro de salud o ir a una farmacia.

El uso de mascarillas en la población general podría servir como un medio de control para reducir la propagación de la infección en la comunidad, al minimizar la excreción de gotitas respiratorias de individuos infectados que aún no han desarrollado síntomas o que permanecen asintomáticos.

¿El uso de mascarillas protege del COVID-19?

Por el momento se desconoce en qué medida la utilización de mascarillas en la comunidad puede contribuir en el descenso en la transmisión, junto con otras medidas de prevención

El uso de mascarillas en la comunidad debe considerarse solo como una medida complementaria, y no como un reemplazo de las medidas preventivas establecidas, por ejemplo, distanciamiento físico, higiene meticulosa de las manos y evitar tocarse la cara, la nariz, los ojos y la boca.

Tipos de mascarillas o tapabocas

En líneas generales existen tres tipos de mascarillas:

Mascarillas quirúrgicas

Son de uso médico y se usan en ambientes clínicos con la finalidad de proteger al paciente de una posible contaminación del personal sanitario, y que el aire exhalado sea filtrado lo máximo posible para evitar contaminar a las personas que tenemos cerca. En base a su Eficacia de Filtración Bacteriana (BFE), se dividen en mascarillas quirúrgicas de Tipo I, II y IIR (resistentes a salpicaduras de sangre y otros fluidos biológicos del paciente).

Mascarillas filtrantes

Son denominadas como Equipos de Protección Individual (EPI). Contienen un filtro de micropartículas y su función es proteger al usuario de la mascarilla frente a la inhalación de contaminantes ambientales –en partículas o aerosoles– tales como agentes patógenos, agentes químicos, antibióticos, citostáticos, etc. Se clasifican en base a su rendimiento en FFP1 (no se recomienda para uso médico), FFP2 y FFP3. Las mascarillas filtrantes FFP2 y FFP3 (N95 según normativa americana) protegen al usuario frente a la infección COVID-19. Además, podrían evitar la transmisión desde el usuario hacia el exterior, en caso de que estuvieran diseñadas para ello.

Estás mascarillas son para profesionales sanitarios que atiendan a personas infectadas por SARS-CoV-2, y en especial, las FFP3 para aquellas situaciones en las que se generen aerosoles que favorezcan el contagio, como en caso de intubación traqueal, lavado broncoalveolar, o ventilación manual.

Tanto las mascarillas quirúrgicas como las filtrantes, se consideran no reutilizables.

Mascarillas de uso no médico

Se tratan de mascarillas higiénicas o de barrera, fabricadas con diferentes tejidos, que están destinadas a personas sin síntomas que no sean susceptibles de utilizar mascarillas quirúrgicas ni filtrantes, en base a las recomendaciones establecidas por el Ministerio de Salud.

Su uso en la pandemia COVID-19 apunta a reducir el riesgo de transmisión del virus desde la boca y la nariz del usuario no enfermo o asintomático, como medida complementaria a otras medidas preventivas aprobadas por las autoridades sanitarias.

Este tipo de mascarillas tiene una eficacia muy limitada en la prevención del contagio por el usuario de la misma, y en cualquier caso, depende del material del que esté fabricada. Las mascarillas de tela “caseras” no cumplen la normativa de EPI ni de producto sanitario (PS).

Existen dos tipos de mascarillas higiénicas:

  • No reutilizables (Especificación UNE 0064)
  • Reutilizables (Resolución ministerial N.º 135-2020-MINSA)

¿Se pueden lavar las mascarillas?

Las mascarillas que pueden lavarse son las reutilizables, fabricadas de manera industrial o casera, cuyos materiales más apropiados deberían ser polyester, naylon, algodón, fibras regeneradas de celulosa o la mezcla de los mismos. El lavado no debe aplicarse para las mascarillas quirúrgicas ni filtrantes, ya que pueden quedar inutilizadas.

Descontaminación adecuada

Las mascarillas necesitan ser puestas y quitadas con cuidado, con el objetivo de prevenir la autoinfección. En caso de ser lavables deben colocarse en un lugar seguro para evitar la contaminación cruzada.

Después de quitarse o tocar inadvertidamente una mascarilla usada, lavarse las manos con una solución hidroalcohólica, o con agua y jabón si están visiblemente sucias.

Maneras de lavar las mascarillas

En el caso de las mascarillas higiénicas reutilizables, deberán cumplir con las especificaciones incluidas en Especificación UNE 0065, según las que la mascarilla deberá poder aguantar al menos 5 ciclos de lavado y secado manteniendo sus prestaciones. Tras este proceso, el fabricante debe poder garantizar que la mascarilla higiénica reutilizable cumple con los criterios especificados.

Recomendaciones de lavado

En el caso de que se produzca el lavado de este tipo de mascarillas, se deberán tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • El lavado y secado de la mascarilla debe cumplir las recomendaciones del fabricante.
  • Se debe evitar el contacto entre una mascarilla sucia (a lavar) y la ropa limpia.
  • La persona que realiza el lavado debe protegerse con mascarilla.
  • No se deben utilizar productos que puedan degradar o dañar los materiales y que disminuyan su capacidad protectora.
  • Se recomienda que la mascarilla se seque completamente dentro de las 2 horas posteriores al lavado.
  • No se debe secar o higienizar con un horno microondas.
  • Durante el secado se deben evitar los ambientes en los que la mascarilla se pueda volver a contaminar.
  • Después de cada lavado se debe realizar una inspección visual por si se detecta algún daño (con guantes de protección o manos lavadas).
  • Si se detecta algún daño en la mascarilla (menor ajuste, deformación, desgaste, etc.), se debe desechar la mascarilla

Métodos de lavado

En caso de emplear algún posible método de desinfección para su reutilización, sobre los que todavía no hay suficiente evidencia para recomendarlos, se debe llevar a cabo sobre mascarillas individualmente y considerar que la posible reutilización de las mascarillas sea siempre por parte de la misma persona.

Hervir la mascarilla

Una forma casera y conocida de limpiar y esterilizar mascarillas es el uso de calor, en este caso dejando reposar las mascarillas de tela en agua hirviendo durante al menos cinco minutos o a 70º C durante 30 minutos.

Usar lavadora

Debe emplearse de preferencia detergente líquido que permite una mejor penetración de los tejidos textiles. La temperatura es un punto importante a tener en cuenta, pues a partir de los 60° C se degradan la mayoría de los virus conocidos.

Lavarla en agua caliente con lejía

Puede remojar las mascarillas durante cinco minutos en una solución de 20 ml de lejía comercial por cada litro de agua caliente. En este caso la temperatura no es tan importante porque se añade el uso del desinfectante.

Sin embargo, en este caso no hay que excederse con la cantidad de lejía o dejar las mascarillas demasiado tiempo, porque podrían quedar dañadas e incluso provocar daños al usuario. Hay que dejar que se elimine la lejía correctamente antes de volver a usarla.

Lavado en agua con jabón

El lavado con agua o soluciones jabonosas pueden causar deformación de la mascarilla y afectar al ajuste con la cara.

Desinfección con alcohol pulverizado

Puede inactivar la retención electrostática de las fibras y originar una disminución de la eficacia de filtración por debajo del 95%.

Desinfección con vapor

Diversos estudios muestran que puede dar lugar a una disminución de la eficacia de filtración, así como producir la deformación de la mascarilla de tal forma que afecta al ajuste con la cara.

Almacenamiento

Si usando cualquiera de los métodos de desinfección anteriores no se acaba de estar seguros de la reutilización de las mascarillas, el aspecto de almacenamiento también es clave para la seguridad.

Tiempo recomendable

El coronavirus SARS-CoV-2 tiene una vida útil dependiendo de la superficie donde se deposite, pudiendo aguantar hasta 2 días en algunos materiales como la tela y ropa. En este caso, al tratarse de mascarillas caseras de tela, y teniendo en cuenta la evidencia actual, esperar hasta dos días más para un nuevo uso tras una desinfección adecuada sería lo recomendable.

Lugar adecuado

Desinfectar correctamente una mascarilla pero no guardarla en un recipiente adecuado puede afectar cualquier esfuerzo de limpieza. En este caso la recomendación es guardar la mascarilla en un ‘tupper’ de plástico o una bolsa de plástico con cierre.

¿Qué pasa si reutilizo mi mascarilla muchas veces?

Si se reutiliza una mascarilla en aquellos casos en que esté admitido, debe hacerse siempre siguiendo las instrucciones del fabricante. Tanto el deterioro del tejido como de ajuste, o por deformación, reducen la eficacia como barrera de protección.

La información proporcionada en este sitio sirve para apoyar y no para reemplazar la relación entre un paciente y su médico o nutricionista.

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