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Los coronavirus (CoV) son una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como ocurre la enfermedad respiratoria causada por un nuevo coronavirus que se identificó por primera vez en Wuhan, en la provincia de Hubei, en China. Se trata de una nueva cepa de coronavirus que no se había encontrado antes en el ser humano.
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Como ocurre ante cualquier otra enfermedad infecciosa, una buena manera de protegerse es extremar los hábitos de vida saludables para mantener lo mejor posible nuestro sistema inmunitario y nuestra salud en general.
Lamentablemente no existe ningún alimento que nos prevenga frente al coronavirus. Una alimentación saludable es importante en cualquier momento, pero no nos va ayudar a no contraer la enfermedad, sin embargo, si contribuye a mantener nuestro sistema inmunitario en óptimas condiciones para combatir el nuevo coronavirus.
Los coronavirus (CoV) son una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves.
Por lo general, solo afectan a los animales, aunque algunos son zoonóticos, es decir, tienen la capacidad de transmitirse de los animales a las personas. Esto es lo que presumiblemente sucedió con el 2019-nCoV.
Lo más probable es que la fuente inicial haya sido algún animal, debido a que los primeros casos se detectaron en personas que trabajaban en el mercado de Wuhan, donde se comercializan distintos tipos de animales vivos para consumo.
A la fecha no se dispone de ningún tratamiento específico para el nuevo coronavirus. Lo que se aplica en estos casos es el control de sus síntomas, por lo que la asistencia médica mejora el pronóstico.
Entre las medidas de soporte están administrar oxígeno para respirar mejor, y líquidos por vía intravenosa a los que ya no puede beber líquidos, de esta manera se previene que los riñones dejen de funcionar.
Los síntomas del COVID-19
Los coronavirus, en conjunto, producen cuadros clínicos que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como sucedió con la cepa que en 2002 causó el síndrome respiratorio agudo grave (SRAS-CoV) y la que provocó en 2012 el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV).
El síntoma principal que presenta este nuevo coronavirus COVID-19, es la dificultad para respirar, y es la primera causa que lleva a los pacientes al hospital. Otros síntomas comunes incluyen tos, dolor de garganta y fiebre. En casos más graves, la infección puede causar neumonía, dificultad importante para respirar, fallo renal y hasta la muerte.
¿Cuándo acudir al médico?
Si se tiene fiebre, tos y dificultad para respirar o dudas sobre la posibilidad de haberse contagiado, es importante contactar con las autoridades sanitarias y seguir sus instrucciones para recibir atención médica.
La tasa de mortalidad promedio aún sigue siendo pequeña, entre un 1 y un 3%, un porcentaje superior al de la gripe estacional (0,1%), pero inferior al de precedentes epidemias vinculadas a un coronavirus que fueron mucho más virulentas: 34,5% en el caso del MERS (Síndrome respiratorio de Oriente Medio) o 9,6% en el caso del SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), cuyo virus es en un 80% semejante al nuevo coronavirus.
El grupo vulnerable son los ancianos, y las personas mayores que tienen enfermedades crónicas como diabetes, asma, enfermedades coronarias e hipertensión. La tasa de contagio en niños, menores de 10 años, es muy baja.
Medidas de prevención
Las medidas de protección puede aplicarlas cada persona y son parecidas a las que deben adoptarse frente a cualquier enfermedad respiratoria:
- Efectuar un correcto lavado de manos. La higiene debe ser frecuente (con agua y jabón o soluciones alcohólicas), sobre todo después de haber estado en contacto directo con personas enfermas o su entorno.
- No llevarse los dedos a la boca, nariz, ni ojos mientras no se tenga una limpieza adecuada de manos.
- Evitar el contacto estrecho con personas que muestren signos de afección respiratoria, como tos o estornudos.
- Mantener una distancia de un metro aproximadamente con las personas con síntomas de infección respiratoria aguda.
- Cubrirse la boca y la nariz con pañuelos desechables o con una tela al toser o estornudar y lavarse las manos.
La información proporcionada en este sitio sirve para apoyar y no para reemplazar la relación entre un paciente y su médico o nutricionista.
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