Educar con el ejemplo
El ejemplo es clave en la educación de los niños. Es un instrumento valioso con el que cuentan padre y maestros. Es en casa donde los niños encuentran su mejor escuela, y es que la familia proporciona al niño todos los estímulos para su desarrollo y crecimiento.
El comportamiento de los padres tiene más impacto que las palabras. Si un padre pide al niño que sea generoso, pero él no realiza el acto de compartir, difícilmente podrá adquirir el niño el valor de la generosidad. Ser congruente es fundamental. No podemos exigir aquello que nosotros mismos no realizamos.
También puede interesarle leer:
- ¿Por qué es tan importante ser tolerantes?
- ¿Por qué el respeto es la base de la educación?
- ¿Por qué debemos ser amables?
El ejemplo empieza en casa
Los niños aprenden a comportarse, a expresarse, a relacionarse y a convivir principalmente en el seno familiar. Las relaciones entre padres e hijos son pues la principal fuente de aprendizaje para el niño. Por ello, nuestro ejemplo, será determinante en la educación de los niños. De nuestro comportamiento, saldrán los comportamientos futuros de nuestros hijos.
El ejemplo es la base para que el niño adquiera otra serie de valores como la generosidad, la amabilidad, el respeto, la sinceridad, la tolerancia, la perseverancia… Si los padres no muestran estos valores en su vida diaria, será complicado que los niños puedan desarrollarlos. Es fundamental ser consciente del impacto que tiene nuestro ejemplo en la educación de nuestros hijos.
Consejos para educar con el ejemplo
- El ejemplo no sólo está relacionado con trato con otras personas sino que se refiere a cualquier acción de la vida, ya sea la higiene, la forma de hablar o incluso la manera de comer. Nuestros hijos aprenderán de cualquier acto que realicemos.
- No hay una edad para comenzar a predicar con el ejemplo, desde edades tempranas los niños observan a sus padres como si se estuvieran mirando en un espejo. Educar en el ejemplo más que una forma de educación, es un estilo de vida que los niños adquirirán, por ello hay que ser cuidadosos y muy pulcros en nuestros comportamientos.
- Es necesario disponer de tiempo para los hijos para que ellos puedan aprender de los padres y de su comportamiento. Si delegamos la educación integral de los hijos al colegio, cuidadores o abuelos, quizás no reciban los valores que pretendemos inculcarles.
- Los padres tenemos que ser conscientes en todo momento de que nos observan, por lo tanto, si perdemos la paciencia en un momento determinado, no controlamos nuestras palabras o actuamos mal, nuestros hijos estarán allí aprendiendo de lo que estamos haciendo, anotando y archivando en su memoria.
Fuente: Alba Caraballo – Directora de contenidos de la Guía infantil
>>Delimás es una marca comprometida con la responsabilidad social, que ha decidido tomar un papel activo en difundir valores fundamentales ante la crisis de los mismos en la sociedad actual. La sociedad la conformamos las personas y las empresas en conjunto, mediante interacciones en común>>