El hombre, voraz destructor
El hombre, hasta el momento ha permanecido en la cima de la pirámide depredadora y no existe en la actualidad ninguna criatura que le dispute el puesto. El mayor asesino de la tierra es el hombre y hasta mata por deporte. El depredador mata para sobrevivir El hombre es auto destructor y es consciente del asesinato que está cometiendo. El hombre se ha convertido en el voraz destructor de la fuente natural de su propia vida, en su afán por superarse y, que en cierta forma se siente un poco Dios; creador, inventor, transformador, dueño de la vida, patrón del universo, se olvida que todas las cosas en la naturaleza no están hechas por azar, que cada especie ocupa su lugar en la rueda de la vida, que cada una tiene un rol.
Somos una especie que dependemos totalmente de la naturaleza; de ella nos alimentamos, de ella obtenemos todo lo necesario para construir nuestros hogares, confeccionar nuestra ropa, fabricar las máquinas que nos ayudan a trabajar… todo.
Es así que tenemos dos cargos importantes pendientes con el ambiente:
- Restaurar el daño que hemos provocado. Ello implica plantar y cuidar árboles en todas las zonas que hemos deforestado, buscar y usar nuevas formas de obtener energía, tratar el agua residual que producimos y dejar de producir basura, por decir los ejemplos más claros y comunes.
- Plantear el uso sustentable de nuestros recursos: como dependemos de la naturaleza, tenemos que seguir usando sus recursos, pero ahora debemos hacerlo de forma racional, equilibrada; implica un gran cambio de hábitos en todas las culturas y sociedades del mundo, para definir qué cosas realmente son necesarias para tener una vida digna y sin derroche.
De esta forma, estaremos asegurando que tengamos naturaleza durante muchos más años.